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¿Por qué se me hace tan difícil tomar decisiones y qué puedo hacer para mejorar?

Mariale Sánchez

Es curioso cómo cambian los miedos al crecer. Mis primeros años recuerdo temerle a los monstruos de las películas, a la oscuridad… ya en mi adultez pocas cosas me causaban más terror que la necesidad de tomar decisiones” . Así comienza una de mis pacientes (quien estuvo de acuerdo con que su experiencia fuera publicada) a relatar cómo la dificultad para tomar decisiones se había convertido en una limitante en su adultez. 

Lo interesante de esta “problemática” es que no se trata de un caso aislado ni poco común. 

Por qué es tan difícil tomar decisiones

A pesar de que el día a día está compuesto de las cientos o quizá miles de decisiones que vamos tomando para cumplir nuestras rutinas, muchas de ellas se llevan a cabo de manera inconsciente o automática. Por ello, cuando nos enfrentamos de manera consciente al proceso de tomar una decisión (ya sea cambiar de trabajo o en qué tienda hacer la compra de la semana) podemos sentirnos abrumados, ansiosos o incluso paralizados. Entre las razones más comunes (y generales) por las que tomar una decisión puede resultar tan agobiante tenemos: 

  • Parálisis por análisis: la parálisis por análisis es un término que ha surgido desde la teoría de la decisión. Aunque este término no pertenece formalmente al ámbito psicológico, resulta útil y es común escucharlo cuando nos encontramos en situaciones en las que la fase de evaluación toma tanta de nuestra energía que no nos es posible decidirnos por alguna opción. Este fenómeno puede darse cuando nos enfrentamos a una gran variedad de opciones pero también cuando los caminos que sopesamos o las decisiones que estamos evaluando producen en nosotros sensaciones de angustia o ansiedad. 
  • Exceso de opciones: vivimos en una sociedad en la que es habitual tener una gran cantidad de opciones cada vez que tenemos que hacer una elección. Desde qué medio de transporte tomar, qué marca de café comprar, cómo preparar ese café, hasta con quien tener una cita. Y aunque este abanico de posibilidades puede ayudarnos a obtener mejores resultados, es una realidad que tener tanto de dónde elegir puede producir en nosotros sensaciones de angustia o ansiedad e incluso insatisfacción con la decisión final. Este fenómeno fue denominado por el psicólogo Barry Schwartz como la Paradoja de Elección.
  • Baja autoestima: la falta de confianza en sí mismo también es un factor que puede  dificultar la toma de decisiones. Cuando no confías lo suficiente en ti o en tus capacidades, puede que se presente de manera constante la idea de que estás haciendo las cosas mal. Este pensamiento, que es tan común que hemos dedicado todo un espacio para hablar de él aquí, suele venir acompañado de sensaciones de angustia o ansiedad, lo que vuelve aún más complicado el proceso de decisión. Si estas palabras han resonado en ti, puedes revisar nuestra guía de Amor Propio, una recopilación de ejercicios teórico prácticos enfocados en el reforzamiento de cada pilar de la autoestima.  
  • Perfeccionismo: el perfeccionismo es un rasgo del que hablamos a menudo en Psiconfort. La necesidad de hacerlo todo perfecto es una característica que suele traer más frustraciones que resultados favorables, pues se basa en expectativas casi siempre irreales. Para los perfeccionistas, tomar decisiones puede resultar complicado porque suelen sentir que nunca es el momento adecuado para dar tal o cual paso, que siempre hay algo que podría estar mejor, que lo que tienen no es suficiente. Es importante recordar que la perfección no forma parte de nuestra naturaleza humana, y que los errores son una importante fuente de información y aprendizaje. No tomar decisiones por miedo a equivocarte es privarte de la oportunidad de aprender valiosas e importantes lecciones. 

Como siempre mencionamos, cada caso es diferente y no es posible establecer un diagnóstico a través de una publicación. Sin embargo, esta información que te estoy ofreciendo puede servirte de guía. Presta atención a lo que resuena contigo, toma lo que creas que pueda ayudarte y deja ir lo que no. Al final del día, mi mejor recomendación siempre será que acompañes tu proceso de un profesional de la salud mental. 

Aquí puedes encontrar toda la informacón sobre nuestras consultas psicológicas online.

¿Por qué es importante trabajar en nuestro proceso de toma de decisiones?

Tal vez no lo hayas relacionado de manera directa pero la dificultad para tomar decisiones puede limitar de manera significativa el desarrollo de tu vida a pequeña y gran escala. Desde el tiempo que podríamos ahorrarnos si no nos enfrascáramos en las pequeñas decisiones como qué preparar para la comida, hasta la satisfacción que podríamos sentir si nos atreviéramos a tomar las grandes decisiones como aplicar a un trabajo soñado, mudarte, terminar una relación, invitar a alguien a salir... 

A grandes rasgos son muchos los beneficios de trabajar en mejorar este proceso de toma de decisiones, pero de manera un poco más específica podemos mencionar: 

  • Reducción del estrés y la ansiedad: como ya habíamos mencionado, para quienes resulta difícil tomar decisiones, enfrentarse a este proceso puede despertar sensaciones de angustia, estrés y ansiedad. Al tener estrategias efectivas para evaluar y seleccionar opciones, podemos reducir la intensidad de estas emociones, afectando de manera positiva nuestro bienestar. 

  • Mayor autoconfianza: trabajar en nuestra habilidad para tomar decisiones nos hará sentirnos más seguros no solo de los pasos que vamos dando, sino de nuestra capacidad para asumirlos aún cuando no siempre nos lleven a los caminos que esperábamos. Esta autoconfianza se extiende a otras áreas de nuestra vida, fortaleciendo nuestra autonomía y competencia para enfrentar desafíos.

  • Mejor toma de decisiones en el futuro: El proceso de mejora de la toma de decisiones no solo es beneficioso a corto plazo, sino que también establece las bases para una toma de decisiones más efectiva en el futuro. Al adoptar enfoques prácticos y aprender de nuestras experiencias pasadas, podemos desarrollar habilidades que nos servirán a lo largo de nuestras vidas, en situaciones tanto personales como profesionales.

Ahora, te estarás preguntando:

¿Cómo mejorar el proceso de toma de decisiones?

Aunque cada caso es distinto y las estrategias para sortear las dificultades pueden cambiar dependiendo del contexto y experiencias de cada quien, aquí te traigo cuatro tips generales que puedes integrar en tu proceso de toma de decisiones:

  1. Definir claramente los objetivos: antes de tomar cualquier decisión, es fundamental tener claridad sobre los objetivos que deseamos alcanzar. Establecer metas concretas y prioritarias nos ayuda a evaluar opciones de manera más efectiva y a evitar distracciones innecesarias.

  2. Recopilar información relevante: Es importante buscar y recopilar información relevante para tomar decisiones informadas. Sin embargo, es fundamental establecer límites y evitar la sobrecarga de información. Identificar fuentes confiables y pertinentes nos permite tener una base sólida para la toma de decisiones.

  3. Considerar las consecuencias a corto y largo plazo: Evaluar las posibles consecuencias de nuestras decisiones a corto y largo plazo es esencial. Esto implica reflexionar sobre cómo nuestras elecciones pueden afectar nuestros objetivos, relaciones, recursos y bienestar general. Considerar diferentes escenarios y visualizar los resultados nos ayuda a tomar decisiones más informadas.

  4. Aprender de las experiencias pasadas: Examinar nuestras experiencias pasadas de toma de decisiones puede brindarnos información valiosa. Identificar los éxitos y fracasos anteriores nos permite aprender lecciones importantes que podemos aplicar en situaciones futuras. Aprovechar este aprendizaje nos ayuda a mejorar continuamente nuestro proceso de toma de decisiones.

  5. Refuerza tu autoconfianza: de esta manera no solo será más sencillo tomar decisiones sino que podrás asumir y manejar con mayor control y eficiencia las situaciones que no salgan como lo había previsto. 

Últimas Recomendaciones

El proceso de toma de decisiones puede ser un desafío, pero también es una habilidad que se puede aprender y reforzar. Comprender las razones psicológicas detrás de las dificultades en la toma de decisiones, así como los beneficios de mejorar este proceso, te permitirá abordarlo de manera más efectiva. Al aplicar estrategias y enfoques prácticos, podemos tomar decisiones más seguras, reducir el estrés asociado y fortalecer nuestra confianza en nuestras habilidades para enfrentar los desafíos que la vida nos presenta. Recuerda, cada decisión es una oportunidad para crecer y avanzar hacia una vida más plena y satisfactoria.


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