Hablemos de un tema que suele venir cargado de incomodidad y que tiende a predisponernos: la familia de tu pareja. Pareciera que -sobre todo- en la familia latinoamericana, el término “suegros” genera cierto rechazo. Pero, ¿siempre debe ser así?, ¿Qué decisiones puedes tomar para poder manejar de maneras más funcionales estas nuevas relaciones?
Porque lo cierto es que si tú y tu pareja tienen relaciones cercanas con sus núcleos familiares de origen (papá, mamá, hermanos), lo más probable es que la vida en pareja implique que cada uno deba construir su propia relación con la nueva familia política. Pero esto no siempre es sencillo. De hecho, para algunas parejas puede ser un reto tan grande que fracture la relación.
Así que hoy vamos a explorar algunas ideas que pueden ayudarte a sobrellevar estas nuevas relaciones.
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Asegúrate que tú y tu pareja tienen las mismas prioridades.
Cuando inicias la vida en pareja, estás tomando la decisión de construir un nuevo hogar, y esa debe ser tu prioridad. No se trata de dejar ir tu rol de hija/o o de hermana/o, pero sí es mecesario que ambas partes estén de acuerdo en que, desde sus propias libertades, eligieron comenzar un nuevo proyecto que es enteramente suyo y que debe cuidarse y respetarse para que pueda prosperar.
Cuando la pareja o el matrimonio funciona como un equipo, y ambos tienen claros cuáles son sus prioridades y objetivos, es más sencillo surfear los retos y las dificultades. -
Comunícate con tu pareja
Sí, tal vez no sea cómodo hablar sobre cómo te incomoda que los padres de tu pareja tengan ciertos comportamientos, pero conversar sobre ello es importante. Recuerda que todos tenemos dinámicas familiares diferentes y es probable que lo que a ti te parezca molesto o inapropiado sea visto como algo normal en tu familia política. Sin antes conversarlo, es posible que tu pareja ni siquiera haya notado tu incomodidad.
Y recuerda, aunque tus necesidades emocionales deben ser tu prioridad, es importante que tengas presente que hay dinámicas que será más complicadas de cambiar que otras. A menos que tu integridad esté siendo violentada o amenazada, la construcción de la vida en pareja requiere, casi siempre, paciencia. -
Ten claros tus límites emocionales (y háblalos con tu pareja)
¿Qué no es negociable para ti?, ¿en qué puedes ser flexible?, ¿en qué podrías ceder? Todas estas son preguntas que debes hacerte a la hora de establecer tus propios límites emocionales. Luego, como pareja, también deberán establecer cuáles son sus límites como familia ¿Qué pueden aceptar del exterior y que no?, ¿Cómo van a manejar las finanzas?, ¿Qué tanto pueden involucrarse los abuelos en la educación de sus hijos?, ¿Cuáles compromisos familiares son imprescindibles?, ¿Cuántas visitas familiares son “demasiadas”?
Muchas de estas preguntas irán apareciendo con el tiempo, a medida que aparezcan más interacciones. Habrá situaciones que no se plantearán como problemas hasta que sucedan. Pero como todos los procesos, construir una nueva familia viene con mucho “ensayo y error”. Lo importante es ir conversando tan asertivamente como se pueda de estos eventos a medida que vayan sucediendo, y no dejar acumular las molestias hasta el punto que no sea posible sostenerlas. -
Inicialmente cada quién lidia con su familia de origen
Si ocurrió una situación en la que tus suegros, cuñados o algún miembro de tu familia política cruzó uno de tus límites emocionales, te hizo vivir una situación incómoda o tiene un comportamiento que sientes que puede afectarte a ti o a alguien de tu núcleo familiar de manera negativa, es tu pareja quien debe conversar con su familia de origen y establecer el límite. De la misma manera, si fue tu familia de origen la que cometió alguna falta, eres tú quién debe abordarles. De esta manera, evitarán que se creen más fricciones, sobre todo en las fases iniciales de la convivencia o relación.
Por otra parte, si sientes la confianza y la necesidad de expresarte con ellos, también es completamente válido. Quizá agendar alguna plática con el miembro con quien tengas la incomodidad y abordar el tema desde una perspectiva respetuosa y asertiva pueda ayudarte a afrontar la situación sin tu pareja como intermediaria/o. Recuerda que es tu responsabilidad elegir qué tipo de relación y cuánta cercanía tienes con tu familia política. Elige lo que más se adapte a ti.
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Evita criticar a tu familia política.
La familia de tu pareja tiene sus propias dinámicas que, aunque te parezcan o no, les ha funcionado para sobrevivir y llegar hasta aquí. Si no estás de acuerdo con alguna decisión que tome tu cuñado o la forma en que tu suegra trata a sus hijos, mantente al margen. Mientras no te afecte a ti o a tu nuevo hogar, criticar solo logrará que pongas a la defensiva a tu pareja y que se genere entre ustedes un conflicto que quizá pudo haberse evitado. Hacer un esfuerzo consciente por no opinar (ni mucho menos criticar) a menos que tu pareja te haya preguntado reducirá posibles malos ratos. -
Elige tus batallas.
Puedes tener una relación de pareja sana y estable aún cuando algún miembro de su familia te altere los nervios de vez en cuando. Hay comentarios y actitudes que seguro resultarán molestos pero que a largo plazo no tendrán ningún impacto. Estos, es mejor dejarlos pasar. Recuerda que tu energía es valiosa y no vale la pena invertirla en situaciones que no serán determinantes para ti o para tu hogar. Y sí, sé que no reaccionar emocionalmente cuando alguien te da un consejo que no pediste o hace una crítica destructiva puede ser de los mayores retos, pero para ello en Psiconfort tenemos herramientas que pueden ayudarte, como nuestro Manual para gestionar emociones de manera saludable. Una vez que sepas cómo regularte emocionalmente, será más sencillo responder de manera indiferente a los comentarios impertinentes.
Ten siempre presente que lo que dicen los demás habla más de ellos que de ti. Hay batallas que es mejor no luchar. -
Limita el tiempo compartido con ellos
Es habitual que una de las maneras que tengas para apoyar y demostrarle amor a tu pareja sea aceptando acudir a todos los planes que haga con su familia. Pero si ya te diste cuenta que este tiempo te perjudica mental o emocionalmente, que no es saludable para ti o para tu relación, lo mejor que puedes hacer es limitar tanto como puedas estos momentos. Crear un nuevo hogar implicará, casi siempre, que existan interacciones con tu familia política. Sobre todo si el vínculo de tu pareja con su familia de origen es estrecho. Pero no tienes porque acceder a pasar con ellos más tiempo tiempo ilimitado. Habla abiertamente con tu pareja sobre las razones por las que te resulta complicado asistir a estos planes e intenten llegar a un acuerdo sobre qué eventos son los más importantes.
Pretender desconectarte por completo de tu familia política puede ser una decisión que dificulte la vida en pareja. Pero recuerda que siempre está la posibilidad de la negociación. Y que si ambos están seguros de que para ustedes la vida que están construyendo juntos es lo más importante, podrán encontrar maneras de surfear los obstáculos.
Si tú y tu pareja necesitan un acompañamiento personalizado, en nuestro equipo contamos con Eduardo Moronta para terapia de pareja y con Mariale, fundadora de Psiconfort, para un acompañamiento individual. Visita nuestros planes y paquetes de consulta directamente acá.