¿En qué piensas cuando escuchas la palabra "creatividad"? Quizá -como me pasa a mí- vengan a tu mente un montón de colores, o la imagen de niños jugando, o quizá un artista consolidado pintando un increíble óleo en su estudio. Y sí, todos estos serían ejemplos acertados. Pero, ¿qué es exactamente la creatividad?
El diccionario de la Sociedad Americana de Psicología describe este término como "la capacidad de producir o desarrollar trabajos, teorías, técnicas o pensamientos originales" mientras que otros autores agregan a esta definición la habilidad de conectar diferentes variables para obtener nuevos resultados que pueden ser aplicados en la creación de obras pero también en la resolución de problemas a cualquier escala.
Es decir, la creatividad no solo se manifiesta a través del arte sino que también aparece en la cotidianidad en forma de pensamientos, fantasías, ideas y soluciones. La mejor parte de todo este asunto creativo es que no se trata de una característica propia de cierto grupo de personas, ni es cierto que nuestra se desvanece con la adultez. Todos somos creativos. Sí, tú también. Bien sea que escribas código, le des tu toque especial a las recetas, te encargues de planificar los planes del fin de semana o los itinerarios de los viajes, pintes o escribas en tus ratos libres, idees diferentes outfits con las mismas piezas de ropa, crees playlists o garabatees en las hojas que deberían tener los apuntes de tus meeting... la creatividad es una semilla que ya está en ti, solo hace falta germinarla. Y en este artículo nos encargaremos no solo de comprobarlo sino de descubrir cómo obtener sus frutos.
¿Por qué ser creativo?
Conectar con tu lado creativo es una actividad mucho más beneficiosa de lo que quizá creas. De hecho, el impacto positivo de practicar de manera consciente y constante actividades que estimulen tu creatividad es tanto que pueden mejorar de manera general tu salud.
Pero, ¿cómo? Bien, los procesos creativos pueden ser vistos como una especie de meditación. Cuando utilizas tu imaginación para crear algo, sin importar cuál sea el resultado, estás propenso a alcanzar el famoso flow state; ese momento en el que estás tan absorto en la actividad que realizas que tanto el ruido externo como el interno desaparecen, llevándote a enfocar tu atención plena al momento presente. Experimentar este estado de flow de manera regular puede ayudarte, entre otras cosas, a desarrollar habilidades para la regulación emocional, aliviar el estrés y las manifestaciones de ansiedad, y te ayuda a cultivar un sentido general de satisfacción y felicidad.
Realizar actividades creativas, además, promueve la producción de dopamina, el neurotransmisor asociado a la motivación. Sin importar cuál sea el resultado, el crear algo mejorará tu estado de ánimo.
Por último, cuando la creatividad se manifiesta a través de expresiones artísticas como escribir, pintar, dibujar, bailar... puede ayudarte a liberar emociones difíciles o desagradables. Este tipo de actividades puede ayudarte a reconocer, aceptar y dejar ir emociones que, de quedarse dentro de ti pudieran perjudicarte a nivel físico, mental o incluso espiritual. De hecho, el arte y las expresiones creativas son tan beneficiosas para la salud mental que suele ser utilizada por algunos profesionales de esta área como complemento terapéutico. En mi Guía de Amor Propio: Me Tengo a Mí hay varios ejercicios basados en técnicas de arteterapia para ayudarte a reforzar la relación que tienes contigo mismo. ¡Anímate a darle un vistazo!
¿Cómo empezar?
El primer paso para integrar la creatividad en tu día a día y poder aprovechar sus múltiples beneficios, es simplemente darte la oportunidad de crear. Dejar ir la idea de que la creatividad es una característica exclusiva de un grupo de personas, que si no naciste creativo ya no podrás serlo jamás o que tu lado creativo desapareció una vez que creciste y maduraste. La creatividad está presente cada vez que hallas una solución a un problema, visualizas una fantasía o utilizas tu imaginación. En el día a día son muchas las ideas que tal vez tengas, así que el primer paso para conectar con tu energía creativa es confiar en ellas. Desprenderte del resultado y crear solo por el placer de hacerlo.
Despréndete del Resultado
Lo que sea que hagas será único y valdrá la pena por el simple hecho de que tiene tu esencia. Y de aquí parte otro punto importante. ¿Has escuchado alguna vez la expresión "lo perfecto es enemigo de lo bueno"? Pues para poder aprovechar al máximo esta enegría creativa que ya habita en ti, es necesario que primero dejes ir la idea del perfeccionismo. Bien sea que desees explorar y explotar tu creatividad como herramienta para tu bienestar o que hayas decidido que quieres lucrar con alguna habilidad que tengas, es conveniente que le des permiso a tu creador interior de actuar a pesar de las creencias que tengas que puedan limitarte. Porque sí, es cierto que ya hay mucha gente haciendo lo mismo (y probablemente lo mismo que quieres hacer tú), gente con años de experiencia, pero... ellos no son tú. Y no conectarán con las mismas personas que tú lo harás porque su trabajo y tu trabajo tendrán componentes distintos. Además, nadie nace aprendido ¿no? Solo equivocándote podrás mejorar.
Creer. Crear. Repetir.
Recuerda que no todas las habilidades creativas lucen igual y que si no te gusta dibujar o pintar, no tienes por qué hacerlo. Puedes crear playlists, cocinar, tejer, escribir, crear contenido para tus redes sociales de temas que te apasionen, hacer collages con tus fotos favoritas... tomar tus ideas y materializarlas sin importar que algunos de tus pensamientos te tienten a desistir de ellas y dejarlas relegadas a algún rincón de tu mente. Lo realmente importante es que una vez que una idea aparezca en tu mente no la dejes ir. Si es posible actuar en el momento en que está fresca y recién salida de tus pensamientos: hazlo. Si no, anótala en algún papel y crea tan pronto como puedas. Esos impulsos creativos no están ahí para nada. Traen consigo valiosa información para ti o para quienes conecten con ellos (en caso de que quieras compartirlos).
Recuerda que estimular este músculo de la creación es beneficioso para ti tanto a nivel personal como profesional. Las habilidades que desarrolles durante estos momentos de exploración podrán extrapolarse a las diferentes áreas de tu vida. Así que date la oportunidad de creer, crear y... repetir.
Algunas Maneras de Explorar tu Creatividad
- Dibuja o pinta
- Canta o baila
- Cuenta o escribe historias -pueden ser tuyas-
- Prepara recetas -cambiando algunos ingredientes, sigue tu intuición-
- Pasa tiempo en la naturaleza
- Crea itinerarios para tus próximos viajes
- Utiliza mapas mentales o diagramas de flujo
- Haz lluvia de ideas. Para todo.
- Plantea diferentes escenarios para las situaciones que se te presenten en el día a día... pregúntate "¿qué pasaría si...?" "¿Cuál podría ser la solución a...?" "¿Qué alternativas tengo para...?"
- Busca -constantemente- inspiración
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La creatividad es una característica que puede ser desarrollada. Es, además, una forma muy hermosa y eficiente de conectar con tu niñx interior, estimular la felicidad y drenar las emociones. Permítete crear espacios para que puedas cultivarla y verás como los beneficios van mostrándose en tu día a día.
1 comentario
Me encantó el escrito!🌸
Sady Johanna