Por extraño que pueda sonar, todos tenemos una relación con el dinero. Esta, como el resto de nuestras relaciones, se rige por principios básicos que adquirimos cuando aún no teníamos una noción real de lo que las finanzas, los números y la economía significaban.
La manera cómo nos relacionamos con el dinero puede tener una gran influencia en nuestra realidad financiera. Y es que antes de saber cómo podemos generar ingresos, invertir, ahorrar o incrementar nuestro capital, es importante preguntarnos ¿cómo nos sentimos respecto al dinero? Y tal vez pienses que esta es una pregunta un poco absurda. Seguramente te sientes bien con el dinero, porque gracias a este garantizas ciertas cosas que le aportan calidad a tu vida, eres capaz de cumplir tus metas, te genera estabilidad o quizá seguridad... en fin. Todos los beneficios que sabemos que podemos tener si generamos tantas cifras al año. Pero lo cierto es que aunque la independencia económica sea un anhelo más o menos general, existen cientos de factores, creencias y pensamientos que pueden estarnos alejando de ella o impidiéndonos disfrutarla.
¿Cómo es tu relación con el dinero?
Antes, resultaba complicado hallar una conexión entre el número que refleja nuestra cuenta bancaria y nuestras emociones. Hoy sabemos que nuestras decisiones financieras están estrechamente atadas al significado emocional que le damos al dinero.
Las cosas que escuchamos, que vimos y que vivimos respecto al dinero mientras crecimos ayudaron a moldear nuestra identidad financiera. Algunos se volvieron en extremo cautelosos mientras que otro son más bien derrochadores, hay quienes hablar de dinero les parece de mal gusto y otros que se sirven de él para aumentar su valor personal, impresionar a los demás, o ayudar a quienes le rodean.
Y todos estos comportamientos son resultado de ideas que aprendimos de pequeños y que -sin estar plenamente consciente de ello- buscamos reforzar en nuestra vida adulta. Llevamos tanto tiempo actuando con base en estas creencias que es normal que no nos hayamos detenido a cuestionarlas. Y por allí es que vamos a empezar.
Para saber cómo es tu relación con el dinero comienza por hacerte la siguiente pregunta: ¿qué sentiste cuando tomaste la última decisión financiera antes de leer este artículo? Supongamos que más temprano pagaste algún servicio pendiente o compraste algo lindo que te gustó, ¿qué emociones surgen en ti cuando hay dinero de por medio?
Está bien si no puedes responder en este momento, quizá nunca te habías hecho esa pregunta. Pero es importante que conozcas esta información porque las emociones son el medio que la mente utiliza para validar las creencias que ya tiene. Por ejemplo: digamos que cuando haces una compra sientes culpa. Racionalmente sabes que no hay nada por qué sentirte culpable, pero aún así el sentimiento está ahí. ¿Qué idea está detrás de esta emoción? Esa es la segunda parte de esta exploración.
Una vez que hayas identificado una o algunas de estas emociones, es momento de indagar. Para descubrir las creencias que conectan con la emoción, puedes practicar respondiendo las siguientes preguntas en papel:
- ¿Qué decían en mi casa/entorno sobre el dinero?
Por ejemplo:
"El dinero enloquece a quien lo tiene"
"Para ganar dinero hay que sacrificarse"
"No debemos demostrar que tenemos"
"El dinero es solo para cosas importantes"
- ¿Qué escuchaba en la radio o TV sobre el dinero?
Por ejemplo:
"La gente con dinero es mala/ infeliz"
"La gente con poco dinero es la más honrada"
- ¿Qué viví respecto al dinero?
Por ejemplo:
Hay que cuidarlo.
No hay que preocuparse por él.
Somos afortunados por lo que tenemos.
Ojalá tuviéramos más.
Responder estas preguntas puede tomar tiempo y quizá notes que luego de terminar el ejercicio siguen llegando ideas. Todas ellas forman parte de tu identidad. Conocerlas es fundamental pues -aunque no se sienta así-, son ellas las que te conducen a tomar decisiones. Así que es conveniente identificar cuáles funcionan más para ti.
¿Cómo mejorar tu relación con el dinero?
La buena noticia es que estas creencias que fueron aprendidas pueden desaprenderse y sustituirse por unas que se alineen más con los objetivos que buscas en este momento de tu vida. Tener estabilidad económica y vivir una vida que te genere tranquilidad o en la que te sientas conectado a ti mismo es posible. Por supuesto, dependiendo de cuál sea tu background, esta es una tarea que llevará más o menos tiempo y esfuerzo consciente. Algunas maneras de nutrir esta relación son:
- Definir qué quieres para tí: conocer nuestros objetivos nos hará más sencilla la tarea de definir nuestros pasos para llegar a ellos. El primer paso para construir un mejor futuro es saber cómo luce ese futuro para mí.
- Cuestiona tus creencias: cada vez que tomes una decisión financiera (por pequeña que parezca) permítete un momento para pausar y explorar cómo te sientes. Si la emoción refuerza una creencia que no se alinea a ti, repite en tu mente una afirmación positiva con la que puedas sustituirla.
- Conecta con tus valores: si mañana despertaras y no tuvieras ninguna preocupación económica, ¿qué harías ese día?, ¿a quién ayudarías?, ¿en qué invertirías? Ahora, busca pequeñas maneras de integrar esas respuestas a tu rutina actual. Estas micro decisiones son las primeras piezas en la construcción de tus sueños y metas. Al estar alineado con tu esencia, será más sencillo tomar caminos que te lleven a los lugares que anhelas.
Últimas Recomendaciones
Construir una relación saludable con el dinero no significa ganar millones sino más bien sentirte seguro y satisfecho con tu estilo de vida. Cada quien tiene necesidades, gustos, prioridades y objetivos diferentes y lo importante no es tener más que el resto sino tomar decisiones que funcionen para ti. Recuerda que el dinero es un medio y no un fin.
Para ayudarte en la tarea de adquirir nuevas creencias, conocer tus valores y tu esencia y reforzar tu relación contigo mismo para que puedas comenzar a construir la realidad que deseas, tenemos Me Tengo a Mí: Guía de Amor Propio. Chequea todo lo que este recurso tiene para ofrecerte haciendo click en el enlace.
2 comentarios
Nunca habia pensado en que habia una relacion emocional con el dinero. El tema y el articulo me han hecho pensar y analizar. Para mi el dinero a sido todo un tema, ya que de nina tuve todo lo que nescesitaba y una vida muy comoda, pero de adolescente para mis 27 hubo demasiadas carencias y falta del mismo. Esto a hecho que sea demasiado cautelosa en lo que gasto y cuando me quiero dar un gusto (lo puedo hacer sin problema) no puedo justificar el haberlo comprado. Ahora que lo pienso es por el hecho de que no tuve ciertas cosas que nescesiaba y/o queria y ahora me es muy dificil solo darmelas. Prefiero ahorrar y gastar en lo que se nescesita pero me aterroriza el pensar que puedo volver a no tener lo suficiente para cubrir mis nescesidades, apesar que ese no seria el caso porque soy independiente y tengo un trabajo.
Gracias por el tema y por darnos informacion para analizar y pensar :)
Mel
El tema del dinero es un tema que durante un tiempo evvité, incluso me llegó a molestar el cómo lo vivían personas cercanas a mí, sin entender que era por un tema que no había trabajado.
Hubo un momento que mientras en casa faltó el dinero, una persona con la que convivíaa diaro lo despilfarraba… claramente me confundí pero aseguré que mientras más tienes, más estabilidad tendrás; el tema fue que cuando comencé a tener más dinero (ya vivo sola y me independicé) me di cuenta que solo “necesito” lo que me ayude a alcanzar mi satisfacción personal, claro que aún sigo trabajando en algunas creencias que esto conlleva.
Casi no escribo en los blogs mi opinión, pero sentí un espacio seguro al hablar de un tema que me ha costado tanto.
FY